En alguna ocasión que saldría yo de viaje y estando en el aeropuerto, escuché a una Madre e hija en sus últimos momentos juntos.
En eso se anunció la salida del vuelo de ella y junto a la puerta la escuche decir:
- “Madre, nuestra vida juntas ha sido más que suficiente.”
- Tu amor es todo lo que siempre necesité. Te deseo lo suficiente, a ti también.
Se besaron de despedida y ella partió. El caminó hacia la ventana donde yo estaba sentada. Ahí parada yo podía ver que quería y necesitaba llorar.
Intente no ser una intrusa en su privacidad, pero ella me preguntó: ¿Alguna vez dijo adiós sabiendo que será para siempre?
Si lo he hecho.
Perdone por preguntar, pero porqué es este un adiós para siempre? Le pregunté…
Soy vieja y ella vive muy lejos, tengo desafíos por delante y la realidad es, que su próximo viaje de vuelta será para mi funeral” dijo.
Cuando decía adiós le escuche decir:
“Te deseo lo suficiente”.
Pudiera preguntarle qué significa?
Empezó a sonreír.
“Ese es un deseo que ha pasado de generación en generación.
Mis padres lo decían a cualquiera”
Hizo una pausa por un momento, y volteando hacia arriba como tratando de recordar en detalle, sonrió una vez más.
Cuando nosotros decimos: “Te deseo lo suficiente”, estamos deseándole a la otra persona que tenga una vida llena de suficientes cosas buenas que los sostengan”. Continúo y luego, volteando hacia mí, me compartió lo siguiente como recitándolo de memoria:
Te deseo el suficiente sol para mantener tu actitud brillante.
Te deseo la suficiente lluvia para apreciar más el sol.
Te deseo la suficiente felicidad para mantener tu espíritu vivo.
Te deseo el suficiente dolor para que los pequeños placeres de la vida aparezcan más grandes.
Te deseo la suficiente ganancia para satisfacer tus deseos.
Te deseo la suficiente pérdida para apreciar todo lo que posees.
Te deseo los suficientes “hola” para que puedas sobrellevar el “adiós final”.